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El Túnel de Foqui

Mi Buenos Aires Querido

Monumento Nacional

La casa de Victorino de la Plaza


La imágen que ven aquí arriba pertenece al edifició donde vivió Victorino de la Plaza.
El mismo se encuentra ubicado en la esquina de las calles Sarmiento y Talcahuano, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. Hoy día funciona allí una farmacia donde muy amablemente me contaron sobre el lugar.
Debido a la persona que lo habitó hasta 1890 y a que se conserva la arquitectura y los vitreaux originales, este edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Supongo que todos ustedes (hablo como si fueran una multitud, jaja) habrán apreciado el detalle por el cual coloqué la imagen y escribo este artículo. Debajo del cartel que explica esto que acabo de decir y que prohibe pintar o colocar carteles en la fachada del edifico, alguna bestia de esas que pululan por nuestra ciudad no tuvo mejor idea que pintar una estúpida consigna en contra de las cárceles. Habría que preguntarle si las quiere quemar con los presos adentro... o tal vez podríamos meterlo preso por el acto cometido y, ahí sí, quemar la cárcel.

La cuestión es que una de las cosas más hermosas que tiene Buenos Aires es la arquitectura de sus edificios. Soy un completo ignorante en el tema pero basta con recorrer algunas partes de la ciudad para darse cuenta de ello.

Para los que quedaron preguntándose quién es Victorino de la Plaza, les cuento que era vicepresidente cuando se sancionó la ley que estableció el voto universal, secreto y obligatorio en nuestro país (más allá de la ironía de que se llame "universal" al voto que realizan sólo los varones) en 1912. En 1914 falleció el presidente Roque Sáenz Peña y de la Plaza asumió el cargo.
Cuentan los libros de historia que este señor participó activamente para que dicha ley fuera creada y que alguna vez digo en la Cámara de Diputados:
"¡Hay algo en este recinto que nos está dando una lección práctica, una lección tangible: estamos en un palacio lujoso, espacioso, rodeado de mármoles y dorados, conozco casi todos los Parlamentos del mundo y habrá pocos ten grandes o más hermosos. Pero estamos sentados aún en las viejas butacas que son del pasado y no corresponden ya a la grandeza del lugar! ¡Hicieron ya su época y deben ser reemplazadas"

Una importante decisión (para bien o para mal) que tomó como presidente fue la de mantener neutral a la Argentina durante la Primera Guerra Mundial. Además, fue Ministro de Hacienda (es decir, de Economía), de Justicia y de Relaciones Exteriores (es decir, Canciller) en períodos anteriores y entregó la presidencia al primer mandatario elegido por el voto secreto, el radical Hipólito Yrigoyen, en 1916 y falleció unos años después, en 1919.

Esta es sólo una de las muchas barbaridades que se pueden apreciar caminando por mi Buenos Aires querido.
Tengo algunas más en el tintero que se irán agregando a este tema en las próximas semanas junto a algunas curiosidades.
Hasta la próxima!