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El Túnel de Foqui

Y me río...



Suena el despertador, como siempre. Me despierto, tengo tan pocas ganas de levantarme... encima hace frío otra vez.
Quiero ducharme y el agua no sale caliente. El subte funciona con demoras (qué raro) así que llego tarde al trabajo, que me cansa aún más.
Me equivoqué y me volví a equivocar.
Olvidé algunas cosas pero sin embargo me acordé de salir con el paragüas, el detalle es que hay un sol que no se puede creer. Eso sí, el frío sigue ahí.
La cola del banco llega hasta la puerta. El contador se olvida las cosas. Todos quieren cobrar, nadie paga.
Por suerte termina el día de trabajo porque no doy más, ah.. pero tengo que ir a la facultad!
La clase me aburre, lucho contra el sueño para mantener la concentración pero escribo cualquier cosa y mi hoja se va llenando de tachones. Tengo sed. Quiero ir al baño pero no me puedo perder la clase.
Tengo hambre, mucho.
Encima tengo que tomarme el colectivo para volver a casa, que va lleno hasta las manos y con todo el tránsito que va para Plaza Once.
La cuestión de todo esto es... ¿¿¿alguien me puede decir de qué Ç@#%&¬€$ me río???

2 comentarios

Juglar -

Jeje. Qué bueno. Esa es la gran capacidad humana. Después de conseguirlo, el mundo está a tus pies

Brisa -

Bueno a veces parece que en nuestra vida todo se pone en contra nuestra. Siempre suelo correr, y a veces me pasa cada cosa... y sin embargo me río, a veces en esos momentos.. cuando pienso que no puedo más, paro unos segundos, entonces las lágrimas están a punto de brotar, pero yo no las dejo, repaso la historía y en el fondo parece una historía de comic, así que en lugar de llorar me río, en el llorar como en el reír todo es empezar. Una vez me río de mi misma todo parece más fácil y puedo continuar...