El sol
Me desperté. Estaba tirando sobre la hierba húmeda por el rocío. No tenía idea de dónde estaba, de cómo había llegado allí ni de cuánto tiempo llevaba en ese lugar.
El cielo estaba oscuro así que no sabía hacia dónde ir. Esperé sentado y un largo rato después, comenzó a salir el sol.
Tanto me atrajo ese perfecto amanecer, cuya luz me permitía, por primera vez, ver dónde estaba, que me puse a caminar hacia él. Era algo tan bello que era imposible no ir a buscarlo.
Caminé por un buen rato mientras el sol iba subiendo. Pero a medida que lo hacía, su luz se iba haciendo cada vez más intensa. El sol dejaba de dejarme ver y comenzaba a encandilarme.
Llegó el punto en el que sólo podía seguir caminando tapándome los ojos... hasta que tropecé y me caí.
Entonces me di cuenta de que el sol siempre iluminó mi camino. Que era yo el que caminaba en la dirección equivocada. Me di vuelta y vi que podía ir en cualquier otra dirección con los ojos bien abiertos y la frente bien alta.
Gracias al sol.
Queda en mi mente sólo una inquietud: Al cambiar de rumbo, dejé de ir hacia el sol. Pero ese fue mi anhelo desde el momento en el que me incorporé. ¿Qué será de mí ahora que no voy hacía él?
7 comentarios
Brisa -
Un beso para tí y para todas aquellas personas de tu entorno que hacen que tu vida sea un poco mejor :)
Andy -
Sayuri -
Brisa -
Brisa -
Mararía -
Y que ante el caos de la anarquia de nuestra mente, cantemos con verdadera emoción la bendición de nuestra existencia y sintamos nuestra vida como la mayor conquista e intentemos convertirnos en Dioses de nuestros mas intimos deseos.
Besitos.
te dejo la dirección de mi nueva pagina, en solitario, para que me visites alguna vez que no sepas en que direccion sale el sol.
Brisa -
Sabes... yo también he caminado tapándome los ojos y tropecé y caí... y me levanté, y volvi a caminar, y tropecé y caí... pero el sol siempre estaba ahí, aunque yo no lo viera, solo el día en que me atreví a abrir los ojos, me dí cuenta de ello. Saludos de Buenas noches. Brisa.