Bestias
Los miraba con desprecio. Los odiaba. Para él eran lo màs abominable que podìa existir en este mundo. Qué bestias tan horribles...
Esas garras largas y filosas cubiertas de sangre seca en lugar de manos.
Ese torso cubierto por un pelaje oscuro con una apareciencia tan desagradable.
Aquellas pezuñas llenas de polvo y barro en lugar de pies.
Unas alas, como las de un murciélago, que no podrían servir jamás para volar como un ave, que simplemente daban miedo y nada más.
Esos colmillos que siempre quedaban por fuera de los labios y que chorreaban una saliva espesa.
Los ojos, con un extraño resplandor rojo, que no tenían siquiera la vergüenza de ocultar toda su maldad.
Y en lugar de cabello, tan solo un par de cuernos, curvos y puntiagudos, aunque bastante cortos que sobresalían de una cabeza escamada.
Pero por alguna razón no podía quitar su vista de ellos. No podía alejarse de ellos. Tampoco lograba amainar esa sensación constante de asco, de repulsión.
Así que, simplemente, decidió matarlos. Uno por uno si era necesario. De alguna forma, todas esas bestias debían desaparecer de su vida.
Entonces fue a tomar un cuchillo y allí vio su mano, que no era una mano, sino una garra larga y filosa, cubierta de sangre vieja.
Vio su cuerpo cubierto de un pelaje oscuro que no le permitía ver su piel.
Vio sus pies, que no eran tales, sino dos pezuñas llenas de tierra.
Sin dar crédito a lo que veía, se acercó a un lago, agachó la vista y terminó de verse, vio sus largos colmillos, sos ojos más rojos que los de cualquier otra bestia y sus cuernos, un poco más cortos que los demás, pero igualmente horribles.
Detras de su rostro, asomaban sus alas, que no le sirvieron para levantarse ni un metro por sobre el suelo.
No lo pensó dos veces, siguió fiel a su decisión anterior.
No le quedó otro remedio que suicidarse.
3 comentarios
juglar103 -
Lily -
lokochu -